Esta mujer, amante de los gatos, va a ser denunciada por maltrato animal. A los gatos no, pero al marido si le va a caer una buena colleja cuando llegue a casa.
Este señor aguanta que le llamen ladrón, pero cuando se altera de verdad es cuando le mandan callar la boca. El que tendrá que estar callado una temporadita es su hijo, que fue el que encargó la broma.
Esta es la primera broma en la que habla más el que la recibe que Coco. Es como un aspersor de insultos, y al final sin querer acaba recibiendo hasta su mujer.
Esta chica recibe la llamada de Coco por unas supuestas multas y se pone de los nervios. Escuchad como tiene ganas de insultar, pero no lo hace por si le cae otra multa...