Junqueras humilla a Judas Puigdemont
Hay que reconocer que la venganza es un plato que se sirve frío, aunque, en este caso, como dice un amigo, es Justicia. Puigdemont se comportó como un cobarde y huyó de Cataluña, aunque luego se inventó la excusa de que lo había hecho porque no podía...
Hay que reconocer que la venganza es un plato que se sirve frío, aunque, en este caso, como dice un amigo, es Justicia. Puigdemont se comportó como un cobarde y huyó de Cataluña, aunque luego se inventó la excusa de que lo había hecho porque no podía permitir que el presidente de la Generalitat fuera a la cárcel. Por lo visto, su dignidad es mayor que la de Lluís Companys. Por cierto, en su cobardía le acompañaron Toni Comín y Clara Ponsatí. En cambio, Junqueras y los suyos tuvieron la dignidad de asumir la responsabilidad de sus actos, aunque ahora diga que no cometió ningún delito. Desde entonces, sus relaciones son pésimas.