Cuidemos la Ciénaga Grande de Santa Marta, depredarla es condenarnos al hambre y a la penuria
Con Alcy y Juan Carlos Sanabria, mis compañeros, subimos a la lancha que desde Pueblo Viejo, por un caño, nos llevaría a recorrer parte de los 730 kilómetros cuadrados de esta masa de agua alimentada por los ríos Fundación, Aracataca y Rio Frio. El...
Con Alcy y Juan Carlos Sanabria, mis compañeros, subimos a la lancha que desde Pueblo Viejo, por un caño, nos llevaría a recorrer parte de los 730 kilómetros cuadrados de esta masa de agua alimentada por los ríos Fundación, Aracataca y Rio Frio. El recorrido lo acompañan las garzas, el Martín pescador, los alcatraces, el sonido de los monos aulladores, algunos caimanes agujas y la multitudinaria banda de los patos Cormorán. La experiencia es de total conexión con un ecosistema que, con sus sonidos y silencios, nos recuerda que tenemos que cuidar la casa común, generando dinámicas para entender que depredarla es condenarnos al hambre y a la penuria.See omnystudio.com/listener for privacy information.