Ramón Jesurún, el despota, dueño del fútbol, que no quiere renunciar
El presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), Ramón Jesurún, y su hijo fueron arrestados en Miami, en la final de la Copa America, luego de que armaran una gresca porque querían entrar a su comitiva familiar a la premiación sin que esta estuviera acreditada. El episodio de alarde de poder debería haber producido su renuncia pero, hasta el momento, ni las directivas del fútbol ni los anunciantes se la han pedido. Este escándalo se suma al del cartel que se urdió para la reventa de boletas en las eliminatorias del Mundial de Rusia del 2018. La SIC sancionó a la FCF y le impuso una multa a Jesurún por más de 304 millones de pesos. Sin embargo, las investigaciones que lo relacionan como un posible receptor del pago de una coima están frenadas. No se entiende que ni en ese momento ni ahora se le haya pedido la renuncia.
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